Löydetty 392 Tulokset: judíos
reunió casi ochenta mil hombres y todas las fuerzas de caballería, y se puso en marcha contra los judíos, con la intención de hacer de la ciudad de Jerusalén una población de griegos, (2 Macabeos 11, 2)
Habiendo oído que los judíos no están de acuerdo en adoptar las costumbres griegas, como era voluntad de mi padre, y ruegan se les permita vivir según sus leyes; (2 Macabeos 11, 24)
Los judíos podrán en adelante vivir según sus costumbres en cuanto a las comidas y gobernarse por propias leyes como antes. Ninguno de ellos será molestado en modo alguno por su conducta anterior. (2 Macabeos 11, 31)
Concluidos estos pactos, Lisias volvió junto al rey y los judíos comenzaron a dedicarse a las labores del campo. (2 Macabeos 12, 1)
Además, los habitantes de Jafa cometieron este enorme crimen: con pretexto de agradar a los judíos que vivían entre ellos, la ciudad decidió que harían un paseo, junto con sus mujeres e hijos, en unas naves que tenían preparadas. (2 Macabeos 12, 3)
Disimularon sus malas intenciones y los judíos aceptaron, para mostrar sus deseos de convivencia pacífica y su ausencia de recelos. Pero, cuando se hallaron en alta mar, los echaron al agua y perecieron como doscientas personas. (2 Macabeos 12, 4)
Supo, entre tanto, que los habitantes de Jamnia querían actuar de la misma forma con los judíos que allí habitaban. (2 Macabeos 12, 8)
Tras una marcha de ciento cincuenta kilómetros, llegaron a Jaraca, donde los judíos llamados tubienses. (2 Macabeos 12, 17)
Timoteo vino a caer en manos de las tropas de Dositeo y Sosípatro. Pidió con gran astucia que lo dejaran libre, pues, decía, estaban en su poder los padres y hermanos de muchos judíos, y serían aniquilados con toda certeza si a él le quitaban la vida. (2 Macabeos 12, 24)
Después de invocar al Señor, que aplasta con energía las fuerzas de los enemigos, los judíos se apoderaron de la ciudad y mataron unos veinticinco mil de los que estaban dentro. (2 Macabeos 12, 28)
Pero como los judíos que allí vivían atestiguaron que los habitantes de aquella ciudad se habían portado bien con ellos y les habían dado buena acogida en los tiempos en que estaban perseguidos, (2 Macabeos 12, 30)
Entablada la batalla, cayeron algunos de los judíos. (2 Macabeos 12, 34)