Löydetty 310 Tulokset: dijeron
Los israelitas dijeron a Gedeón: «Ya que nos salvaste de los madianitas sé tú nuestro rey, y después de ti tu hijo y los descendientes de tu hijo.» (Jueces 8, 22)
Los árboles se pusieron en camino para buscar un rey a quien ungir. Dijeron al olivo: «Sé tú nuestro rey.» (Jueces 9, 8)
Los árboles dijeron a la higuera: «Ven tú a reinar sobre nosotros.» (Jueces 9, 10)
Los árboles dijeron a la vid: «Ven tú a reinar sobre nosotros.» (Jueces 9, 12)
Entonces los árboles dijeron a la zarza: «Ven tú a reinar sobre nosotros.» (Jueces 9, 14)
y le dijeron: «Ven y encabeza a nuestros hombres para pelear con los amonitas.» (Jueces 11, 6)
Y ellos le dijeron: «¡Yavé nos escuche! ¡Pobres de nosotros si no hacemos lo que acabas de decir!» (Jueces 11, 10)
Los hombres de Efraím se juntaron, pasaron el Jordán en dirección al norte y dijeron a Jefté: «¿Por qué has ido a atacar a los amonitas y no nos has invitado a marchar contigo? Vamos a quemarte dentro de tu casa.» (Jueces 12, 1)
Su padre y su madre le dijeron: «¿No hay ninguna mujer entre las hijas de tus hermanos y en todo el pueblo, para que vayas a tomar mujer entre esos filisteos incircuncisos?» Sansón le respondió a su padre: «Toma ésta para mí, porque es la que me gusta.» (Jueces 14, 3)
El día cuarto dijeron a la esposa de Sansón: «Convence a tu marido para que nos explique la adivinanza. Si no, te quemaremos a ti y a la familia de tu padre; ¿o es que nos han invitado para robarnos?» (Jueces 14, 15)
Le dijeron: «Hemos bajado para amarrarte y entregarte en manos de los filisteos.» Sansón les dijo: «Júrenme que ustedes mismos no me matarán.» (Jueces 15, 12)
Los jefes de los filisteos le dijeron a ésta:«Enamóralo y averigua de dónde saca tanta fuerza y cómo podríamos vencerlo y amarrarlo. Te daremos cada uno de nosotros mil cien monedas de plata.» (Jueces 16, 5)
