Isaías, 22
3. Todos tus jefes huyeron juntos y se rindieron bajo la amenaza de los arcos; tus valientes se dieron a la fuga, pero fueron apresados.
3. Todos tus jefes huyeron juntos y se rindieron bajo la amenaza de los arcos; tus valientes se dieron a la fuga, pero fueron apresados.
“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina