Löydetty 23 Tulokset: destrucción
pero si faltan cinco justos para llegar a los cincuenta, ¿destruirás la ciudad por esos cinco que faltan?» Yavé respondió: «No habrá destrucción si encuentro allí cuarenta y cinco hombres justos.» (Génesis 18, 28)
Saúl y su gente dejaron con vida a Agag y lo mejor de sus rebaños y ganados, vacunos y corderos gordos; en una palabra, no quisieron condenar a la destrucción nada de lo bueno que había. En cambio sacrificaron lo que no servía o carecía de valor.Entonces Yavé dirigió su palabra a Samuel y le dijo: (1 Samuel 15, 9)
Y en cuanto les sea concedido y lo realicen, entonces Dios te los entregará para su destrucción. (Judit 11, 15)
¿Cómo podría presenciar impasible la destrucción de mi raza?» (Ester 8, 6)
y dijo: «¡Pobre de mí! ¿Acaso he nacido para ver la ruina de mi pueblo y la destrucción de la ciudad santa? ¿Voy a quedarme sentado cuando está en manos de enemigos, y su santuario en poder de extraños? (1 Macabeos 2, 7)
Los obligó a encerrarse en sus torres, los bloqueó y condenó a destrucción, incendiando las torres con todos los que había dentro. (1 Macabeos 5, 5)
Ruego a los lectores de este libro que no se escandalicen por estas desgracias. Consideren que no sucedió esto para destrucción, sino para educación de nuestra raza. (2 Macabeos 6, 12)
quedó humillado con el auxilio de Dios por aquellos mismos que él había despreciado. Despojado de su rico traje, huyendo a través de los campos como fugitivo, llegó a Antioquía demasiado feliz todavía de haber escapado a la destrucción de su ejército. (2 Macabeos 8, 35)
La vanidad humana los introdujo en el mundo y por eso su destrucción está decidida. (Sabiduría 14, 14)
No tuvo compasión de esa nación condenada a la destrucción: fueron aniquilados a causa de sus pecados. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 9)
muerte, sangre, discordia, espada, desgracias, hambre, destrucción y calamidades. (Sirácides (Eclesiástico) 40, 9)
Porque aunque fuera tu pueblo, oh Israel, como la arena del mar, sólo un resto volverá. Su destrucción está decidida, para que quede bien en claro la justicia; (Isaías 10, 22)