8. El pueblo se dispersaba para recogerlo, lo molían en molinos o lo machacaban en el almirez, lo cocían en una caldera y hacían tortas, que tenían el sabor de la pasta amasada con aceite.





“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina