65. Entonces el sumo sacerdote se rasgó las vestiduras y dijo: "¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Habéis oído la blasfemia.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina