33. Aún estaba hablando con ellos, cuando el rey bajó adonde él estaba y le dijo: "Esta desgracia procede del Señor. ¿Qué más puedo esperar de él?".





“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina