8. Al poner su umbral junto al mío y los postes de sus puertas al lado de los míos, con un simple muro de por medio, los israelitas mancharon mi santo Nombre con las abominaciones que cometieron, y yo los devoré en mi indignación.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina