Fundar 29 Resultados para: sepultura

  • «Esparcieron la carne y la sangre de tus santos en torno a Jerusalén y no hubo quien les diese sepultura.» (I Macabeos 7, 17)

  • Jonatán y Simón tomaron a su hermano Judas y le dieron sepultura en el sepulcro de sus padres en Modín. (I Macabeos 9, 19)

  • Envió Simón a recoger los huesos de su hermano Jonatán y le dio sepultura en Modín, ciudad de sus padres. (I Macabeos 13, 25)

  • Por este motivo, algunos tirios, indignados contra aquella iniquidad, prepararon con magnificencia su sepultura. (II Macabeos 4, 49)

  • y el que a tantos había privado de sepultura, pasó sin ser llorado, sin recibir honras fúnebres ni tener un sitio en la sepultura de sus padres. (II Macabeos 5, 10)

  • que equipararía con los atenienses a todos aquellos judíos que había considerado dignos, no de una sepultura, sino de ser arrojados con sus niños como pasto a las fieras; (II Macabeos 9, 15)

  • Si alguno que tiene cien hijos y vive muchos años, y por muchos que sean sus años, no se sacia su alma de felicidad y ni siquiera halla sepultura, entonces yo digo: Más feliz es un aborto, (Eclesiastés 6, 3)

  • Todos a la vez contaban con muertos innumerables abatidos por un mismo género de muerte. Los vivos no se bastaban a darles sepultura, como que, de un solo golpe, había caído la flor de su descendencia. (Sabiduría 18, 12)

  • Hijo, por un muerto lágrimas derrama, como quien sufre cruelmente, entona la lamentación; según el ceremonial entierra su cadáver y no seas negligente con su sepultura. (Eclesiástico 38, 16)

  • No tendrás con ellos sepultura, porque tu tierra has destruido, a tu pueblo has asesinado. No se nombrará jamás la descendencia de los malhechores. (Isaías 14, 20)

  • y se puso su sepultura entre los malvados y con los ricos su tumba, por más que no hizo atropello ni hubo engaño en su boca. (Isaías 53, 9)

  • ¡Oh, que no me haya hecho morir desde el vientre, y hubiese sido mi madre mi sepultura, con seno preñado eternamente! (Jeremías 20, 17)


“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina