Fundar 74 Resultados para: santa

  • Juicio fiel has hecho en todo lo que sobre nosotros has traído, y sobre la ciudad santa de nuestros padres, Jerusalén. Pues con verdad y justicia has provocado todo esto, por nuestros pecados. (Daniel 3, 28)

  • Bendito seas en el templo de tu santa gloria, cantado, enaltecido eternamente. (Daniel 3, 53)

  • Setenta semanas están fijadas sobre tu pueblo y tu ciudad santa para poner fin a la rebeldía, para sellar los pecados, para expiar la culpa, para instaurar justicia eterna, para sellar visión y profecía, para ungir el santo de los santos. (Daniel 9, 24)

  • El volverá a su país con grandes riquezas, su corazón contra la Alianza santa; actuará y luego regresará a su país. (Daniel 11, 28)

  • Vendrán contra él las naves de los Kittim, y se desanimará. Volverá atrás y se encorajinará furiosamente contra la Alianza santa, y una vez más tendrá en consideración a los que abandonen la Alianza santa. (Daniel 11, 30)

  • «Sabréis entonces que yo soy Yahveh vuestro Dios, que habito en Sión, mi monte santo. Santa será Jerusalén, y los extranjeros no pasarán más por ella.» (Joel 4, 17)

  • Así dice Yahveh contra los profetas que extravían a mi pueblo, los que, mientras mascan con sus dientes, gritan: «¡Paz!», mas a quien no pone nada en su boca le declaran guerra santa. (Miqueas 3, 5)

  • Poseerá Yahveh a Judá, porción suya en la Tierra Santa, y elegirá de nuevo a Jerusalén. (Zacarías 2, 16)

  • ¡Silencio, toda carne, delante de Yahveh, porque él se despierta de su santa Morada! (Zacarías 2, 17)

  • Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del Templo, (Mateo 4, 5)

  • Y, saliendo de los sepulcros después de la resurrección de él, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos. (Mateo 27, 53)

  • haciendo misericordia a nuestros padres y recordando su santa alianza (Lucas 1, 72)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina