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  • y después de haber cortado la lengua del impío Nicanor, ordenó que se diera en trozos a los pájaros y que se colgara frente al santuario la paga de su insensatez. (II Macabeos 15, 33)

  • Porque, además, el hombre ignora su momento: como peces apresados en la red, como pájaros presos en el cepo, así son tratados los humanos por el infortunio cuando les cae encima de improviso. (Eclesiastés 9, 12)

  • Los pájaros van a posarse donde sus semejantes, la verdad vuelve a quienes la practican. (Eclesiástico 27, 9)

  • Por eso se abren sus cilleros, y vuelvan las nubes como pájaros. (Eclesiástico 43, 14)

  • Como pájaros que se posan esparce la nieve, que baja como langosta que salta al suelo. Admira el ojo la belleza de su blancura, y al verla caer se pasma el corazón. (Eclesiástico 43, 18)

  • Como pájaros que vuelan, así protegerá Yahveh Sebaot a Jerusalén, protegerá y librará, perdonará y salvará. (Isaías 31, 5)

  • Sobre su cuerpo y sus cabezas revolotean lechuzas vencejos y otros pájaros; y también hay gatos. (Baruc 6, 21)

  • También a un espino en un huerto, en el que todos los pájaros se posan, o a un muerto echado en lugar oscuro, se pueden comparar sus dioses de madera, dorados y plateados. (Baruc 6, 70)

  • Pues bien, así dice el Señor Yahveh: Heme aquí contra vuestras bandas con las cuales atrapáis a las almas como pájaros. Yo las desgarraré en vuestros brazos, y soltaré libres las almas que atrapáis como pájaros. (Ezequiel 13, 20)

  • en la alta montaña de Israel lo plantaré. Echará ramaje y producirá fruto, y se hará un cedro magnífico. Debajo de él habitarán toda clase de pájaros, toda clase de aves morarán a la sombra de sus ramas. (Ezequiel 17, 23)

  • En sus ramas anidaban todos los pájaros del cielo, bajo su fronda parían todas las bestias del campo, a su sombra se sentaban naciones numerosas. (Ezequiel 31, 6)

  • Sobre sus despojos se han posado todos los pájaros del cielo, a sus ramas han venido todas las bestias del campo. (Ezequiel 31, 13)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina