Fundar 581 Resultados para: ofrenda por el pecado

  • Y aun cuando mi sangre fuera derramada como libación sobre el sacrificio y la ofrenda de vuestra fe, me alegraría y congratularía con vosotros. (Filipenses 2, 17)

  • antes bien, exhortaos mutuamente cada día mientras dure este hoy, para que ninguno de vosotros se endurezca seducido por el pecado. (Hebreos 3, 13)

  • Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado. (Hebreos 4, 15)

  • Para ello habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Sino que se ha manifestado ahora una sola vez, en la plenitud de los tiempos, para la destrucción del pecado mediante su sacrificio. (Hebreos 9, 26)

  • así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, se aparecerá por segunda vez sin relación ya con el pecado a los que le esperan para su salvación. (Hebreos 9, 28)

  • De otro modo, ¿no habrían cesado de ofrecerlos, al no tener ya conciencia de pecado los que ofrecen ese culto, una vez purificados? (Hebreos 10, 2)

  • Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron. (Hebreos 10, 6)

  • Dice primero: Sacrificios y oblaciones y holocaustos y sacrificios por el pecado no los quisiste ni te agradaron - cosas todas ofrecidas conforme a la Ley - (Hebreos 10, 8)

  • Ahora bien, donde hay remisión de estas cosas, ya no hay más oblación por el pecado. (Hebreos 10, 18)

  • Por la fe, Abraham, sometido a la prueba, presentó a Isaac como ofrenda, y el que había recibido las promesas, ofrecía a su unigénito , (Hebreos 11, 17)

  • prefiriendo ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar el efímero goce del pecado, (Hebreos 11, 25)

  • Por tanto, también nosotros, teniendo en torno nuestro tan gran nube de testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con fortaleza la prueba que se nos propone, (Hebreos 12, 1)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina