Fundar 581 Resultados para: ofrenda por el pecado

  • todos aquellos a quienes impulsaba su corazón y movía su espíritu vinieron a traer la ofrenda reservada a Yahveh, para los trabajos de la Tienda del Encuentro, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas. (Exodo 35, 21)

  • Venían hombres y mujeres: todos los que eran movidos por su corazón traían zarcillos, pendientes, anillos de oro, el oro que cada uno presentaba como ofrenda mecida para Yahveh. (Exodo 35, 22)

  • Cuantos pudieron reservar una ofrenda de plata o de bronce, la llevaron como ofrenda reservada a Yahveh. Lo mismo hicieron los que poseían madera de acacia, que sirviera para los trabajos de la obra. (Exodo 35, 24)

  • El total del oro empleado en el trabajo, en todo el trabajo del Santuario, es decir, el oro de la ofrenda reservada, fue de veintinueve talentos y 730 siclos, en siclos del Santuario; (Exodo 38, 24)

  • El bronce de la ofrenda reservada fue de setenta talentos y 2.400 siclos. (Exodo 38, 29)

  • Habla a los israelitas y diles: Cuando alguno de vosotros presente a Yahveh una ofrenda, podréis hacer vuestras ofrendas de ganado, mayor o menor. (Levítico 1, 2)

  • Si su ofrenda es un holocausto de ganado mayor ofrecerá un macho sin defecto; lo ofrecerá a la entrada de la Tienda del Encuentro, para que sea grato ante Yahveh. (Levítico 1, 3)

  • Si su ofrenda es de ganado menor, de corderos o cabras, para holocausto, ofrecerá un macho sin defecto. (Levítico 1, 10)

  • Si su ofrenda a Yahveh es un holocausto de aves, presentará como ofrenda tórtolas o pichones. (Levítico 1, 14)

  • Cuando alguien ofrezca a Yahveh una oblación, su ofrenda consistirá en flor de harina, sobre la que derramará aceite y pondrá incienso. (Levítico 2, 1)

  • Si tu ofrenda es una oblación preparada en la chapa, ha de ser de flor de harina, amasada con aceite, sin levadura. (Levítico 2, 5)

  • Si tu ofrenda es una oblación preparada en cazuela, se hará de flor de harina con aceite. (Levítico 2, 7)


“Que Nossa Senhora nos obtenha o amor à cruz, aos sofrimentos e às dores.” São Padre Pio de Pietrelcina