Fundar 163 Resultados para: nuevo

  • Pero Saúl envió de nuevo los emisarios para ver a David y les dijo: «Traédmelo en su lecho, para matarlo.» (I Samuel 19, 15)

  • Juró de nuevo Jonatán a David por el amor que le tenía, pues le amaba como a sí mismo. (I Samuel 20, 17)

  • David consultó de nuevo a Yahveh. Yahveh respondió: «Levántate, baja a Queilá porque he entregado a los filisteos en tus manos.» (I Samuel 23, 4)

  • Insistió de nuevo Abner diciendo a Asahel: «¡Apártate de mí! ¿Por qué he de derribarte en tierra? ¿Cómo podré alzar la vista ante tu hermano Joab?» (II Samuel 2, 22)

  • Reunió de nuevo David a todo lo mejor de Israel, 30.000 hombres. (II Samuel 6, 1)

  • Insistió de nuevo Ajimaas, hijo de Sadoq, y dijo a Joab: «Pase lo que pase, yo también quiero correr tras el kusita.» Joab le dijo: «¿Para qué vas a correr, hijo mío? aunque vayas, por esta noticia no te van a dar albricias.» (II Samuel 18, 22)

  • Después de esto, hubo guerra de nuevo en Gob contra los filisteos; entonces Sibbekay, jusatita, mató a Saf, uno de los descendientes de Rafá. (II Samuel 21, 18)

  • Hubo guerra de nuevo en Gat y había allí un hombre de gran estatura que tenía seis dedos en cada mano y seis dedos en cada pie, veinticuatro dedos en total; también él descendía de Rafá. (II Samuel 21, 20)

  • Por aquel tiempo salió Jeroboam de Jerusalén, y el profeta Ajías de Silo le encontró en el camino. Iba éste cubierto con un manto nuevo y estaban los dos solos en el campo. (I Reyes 11, 29)

  • Ajías tomó el manto nuevo que llevaba, lo rasgó en doce jirones (I Reyes 11, 30)

  • desplazó el altar de bronce que estaba ante Yahveh, delante de la Casa, de entre el altar nuevo y la Casa de Yahveh, y lo colocó al lado del altar nuevo, hacia el norte. (II Reyes 16, 14)

  • Hubo guerra de nuevo en Gat y había un hombre de gran estatura, que tenía veinticuatro dedos, seis en cada extremidad. También éste descendía de Rafá. (I Crónicas 20, 6)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina