Fundar 893 Resultados para: mano

  • Y no puede el ojo decir a la mano: «¡No te necesito!» Ni la cabeza a los pies: «¡No os necesito!» (I Corintios 12, 21)

  • El saludo va de mi mano, Pablo. (I Corintios 16, 21)

  • Porque sabemos que si esta tienda, que es nuestra morada terrestre, se desmorona, tenemos un edificio que es de Dios: una morada eterna, no hecha por mano humana, que está en los cielos. (II Corintios 5, 1)

  • y reconociendo la gracia que me había sido concedida, Santiago, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos tendieron la mano en señal de comunión a mí y a Bernabé: nosotros nos iríamos a los gentiles y ellos a los circuncisos; (Gálatas 2, 9)

  • El saludo va de mi mano, Pablo. Acordaos de mis cadenas. La gracia sea con vosotros. (Colosenses 4, 18)

  • El saludo va de mi mano, Pablo. Esta es la firma en todas mis cartas; así escribo. (II Tesalonicenses 3, 17)

  • Y también: Tú al comienzo, ¡oh Señor!, pusiste los cimientos de la tierra, y obras de tu mano son los cielos. (Hebreos 1, 10)

  • no como la Alianza que hice con sus padres el día en que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto. Como ellos no permanecieron fieles a mi Alianza, también yo me desentendí de ellos, dice el Señor. (Hebreos 8, 9)

  • Pero presentóse Cristo como Sumo Sacerdote de los bienes futuros, a través de una Tienda mayor y más perfecta, no fabricada por mano de hombre, es decir, no de este mundo. (Hebreos 9, 11)

  • Pues no penetró Cristo en un santuario hecho por mano de hombre, en una reproducción del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante el acatamiento de Dios en favor nuestro, (Hebreos 9, 24)

  • Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que, llegada la ocasión, os ensalce; (I Pedro 5, 6)

  • Tenía en su mano derecha siete estrellas, y de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro, como el sol cuando brilla con toda su fuerza. (Apocalipsis 1, 16)


“Combata vigorosamente, se está interessado em obter o prêmio destinado às almas fortes.” São Padre Pio de Pietrelcina