Fundar 306 Resultados para: jefes

  • Los jefes de las guarniciones que tenía el rey Salomón eran 250, que gobernaban al pueblo. (II Crónicas 8, 10)

  • El profeta Semaías vino a Roboam y a los jefes de Judá que se habían reunido en Jerusalén para hacer frente a Sosaq, y les dijo: «Así dice Yahveh: Vosotros me habéis abandonado, y por esto también yo os abandono en manos de Sosaq.» (II Crónicas 12, 5)

  • Entonces los jefes de Israel y el rey se humillaron y dijeron: «¡Justo es Yahveh!» (II Crónicas 12, 6)

  • el rey Roboam hizo en su lugar escudos de bronce, que confió a los jefes de la guardia que custodiaban la entrada de la casa del rey. (II Crónicas 12, 10)

  • Ben Hadad escuchó al rey Asá y envió a los jefes de su ejército contra las ciudades de Israel; conquistó Iyyón, Dan, Abel Máyim y todos los depósitos de las ciudades situadas en Neftalí. (II Crónicas 16, 4)

  • Esta es la lista, por sus casas paternas: De Judá, jefes de millar: Adná, el jefe, y con él 300.000 hombres esforzados. (II Crónicas 17, 14)

  • Ahora bien, el rey de Aram había ordenado a los jefes de sus carros: «No ataquéis ni a chicos ni a grandes, sino tan sólo al rey de Israel.» (II Crónicas 18, 30)

  • Cuando los jefes de los carros vieron a Josafat, dijeron: «Seguro que es el rey de Israel», y le rodearon para cargar sobre él. Pero Josafat gritó y Yahveh le socorrió, alejándolos Dios de él. (II Crónicas 18, 31)

  • Viendo los jefes de los carros que no era el rey de Israel, se apartaron de él. (II Crónicas 18, 32)

  • Joram tomó posesión del trono de su padre; y cuando se afianzó en él pasó a cuchillo a todos sus hermanos y también a algunos de los jefes de Israel. (II Crónicas 21, 4)

  • Pasó Joram con sus jefes, y con todos sus carros. Se levantó por la noche y batió a los de Edom que le tenían cercado, a él y a los jefes de los carros. (II Crónicas 21, 9)

  • Mientras Jehú hacía justicia de la casa de Ajab, se encontró con los jefes de Judá y con los hijos de los hermanos de Ocozías que se hallaban al servicio de Ocozías, y los mató. (II Crónicas 22, 8)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina