Fundar 183 Resultados para: holocausto

  • y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 22)

  • y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 25)

  • y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 28)

  • y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 31)

  • Ofreceréis un holocausto, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh: un novillo, un carnero, siete corderos de un año, sin tacha; (Números 29, 36)

  • y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 38)

  • Harás el holocausto de la carne y de la sangre sobre el altar de Yahveh tu Dios; la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar de Yahveh tu Dios, y tu podrás comer la carne. (Deuteronomio 12, 27)

  • y si hemos levantado un altar para apartarnos de Yahveh y para ofrecer en él holocausto y oblación o para hacer sobre él sacrificios de comunión, que Yahveh nos lo demande. (Josué 22, 23)

  • Luego construirás a Yahveh tu Dios, en la cima de esa altura escarpada, un altar bien preparado. Tomarás el toro y lo quemarás en holocausto, con la leña del cipo que habrás cortado.» (Jueces 6, 26)

  • A la mañana siguiente se levantó la gente de la ciudad; el altar de Baal estaba derruido, el cipo que se alzaba junto a él, cortado; y el toro había sido ofrecido en holocausto sobre el altar recién construido. (Jueces 6, 28)

  • el primero que salga de las puertas de mi casa a mi encuentro cuando vuelva victorioso de los ammonitas, será para Yahveh y lo ofreceré en holocausto.» (Jueces 11, 31)

  • Pero el Angel de Yahveh dijo a Manóaj: «Aunque me obligues a quedarme no probaré tu comida. Pero si quieres preparar un holocausto, ofréceselo a Yahveh.» Porque Manóaj no sabía que era el Angel de Yahveh. (Jueces 13, 16)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina