Fundar 30 Resultados para: dones espirituales

  • Lo tuvieron a bien, y debían hacérselo; pues si los gentiles han participado en sus bienes espirituales, ellos a su vez deben servirles con sus bienes temporales. (Romanos 15, 27)

  • de las cuales también hablamos, no con palabras aprendidas de sabiduría humana, sino aprendidas del Espíritu, expresando realidades espirituales. (I Corintios 2, 13)

  • Yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. (I Corintios 3, 1)

  • Si en vosotros hemos sembrado bienes espirituales, ¡qué mucho que recojamos de vosotros bienes materiales! (I Corintios 9, 11)

  • En cuanto a los dones espírituales, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia. (I Corintios 12, 1)

  • Buscad la caridad; pero aspirad también a los dones espirituales, especialmente a la profecía. (I Corintios 14, 1)

  • Así pues, ya que aspiráis a los dones espirituales, procurad abundar en ellos para la edificación de la asamblea. (I Corintios 14, 12)

  • Por tanto, he creído necesario rogar a los hermanos que vayan antes donde vosotros y preparen de antemano vuestros ya anunciados generosos dones, a fin de que sean preparados como dones generosos y no como una tacañería. (II Corintios 9, 5)

  • Hermanos, aun cuando alguno incurra en alguna falta, vosotros, los espirituales, corregidle con espíritu de mansedumbre, y cuídate de ti mismo, pues también tú puedes ser tentado. (Gálatas 6, 1)

  • Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo; (Efesios 1, 3)

  • A cada uno de nosotros le ha sido concedido el favor divino a la medida de los dones de Cristo. (Efesios 4, 7)

  • Por eso dice: Subiendo a la altura, llevó cautivos y dio dones a los hombres. (Efesios 4, 8)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina