Fundar 59 Resultados para: descendiente de Jesé

  • Al día siguiente del novilunio, el segundo día, se fijaron en el asiento de David, y Saúl dijo a su hijo Jonatán: ¿Por qué no ha venido a comer ni ayer ni hoy el hijo de Jesé?» (I Samuel 20, 27)

  • Se encendió la cólera de Saúl contra Jonatán y le dijo: «¡Hijo de una perdida! ¿Acaso no sé yo que prefieres al hijo de Jesé para vergüenza tuya y vergüenza de la desnudez de tu madre? (I Samuel 20, 30)

  • Pues mientras viva sobre el suelo el hijo de Jesé, no estarás a salvo ni tú ni tu realeza; así que manda a buscarlo y tráemelo, porque es reo de muerte.» (I Samuel 20, 31)

  • Dijo Saúl a todos los servidores que le rodeaban: «Oídme todos, benjaminitas: ¿también a cada uno de vosotros os va a dar el hijo de Jesé campos y viñas y os va a nombrar a todos jefes de millares y jefes de cien, (I Samuel 22, 7)

  • pues conspiráis todos contra mí y no ha habido quien me descubriera la alianza de mi hijo con el hijo de Jesé, nadie que se compadeciera de mí y me avisara que mi hijo hacía que mi servidor atentase contra mí, como ocurre hoy mismo?» (I Samuel 22, 8)

  • Respondió Doeg el edomita, que estaba entre los servidores de Saúl: «Yo he visto al hijo de Jesé venir a Nob, donde Ajimélek, hijo de Ajitub. (I Samuel 22, 9)

  • Díjole Saúl: «¿Por qué conspiráis contra mí tú y el hijo de Jesé, pues le diste pan y una espada y consultaste a Dios por él, para que se alzase contra mí, como ahora está sucediendo?» (I Samuel 22, 13)

  • Pero Nabal respondió a los servidores de David: «¿Quién es David y quién es el hijo de Jesé? Abundan hoy en día los siervos que andan huídos de sus señores. (I Samuel 25, 10)

  • Absalón había puesto a Amasá al frente del ejército, en lugar de Joab. Amasá era hijo de un hombre llamado Yitrá el ismaelita, que se había unido con Abigaíl, hija de Jesé, hermana de Sarvia, madre de Joab. (II Samuel 17, 25)

  • Había allí un malvado llamado Seba, hijo de Bikrí, benjaminita, que hizo sonar el cuerno y dijo: «No tenemos parte con David, ni tenemos heredad con el hijo de Jesé. ¡Cada uno a sus tiendas, Israel!» (II Samuel 20, 1)

  • Estas son las últimas palabras de David: Oráculo de David, hijo de Jesé, oráculo del hombre puesto en alto, el ungido del Dios de Jacob, el suave salmista de Israel: (II Samuel 23, 1)

  • y ha dicho así: "Bendito Yahveh, Dios de Israel, que ha permitido que un descendiente mío se siente hoy sobre mi trono y que mis ojos lo vean."» (I Reyes 1, 48)


“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina