Fundar 322 Resultados para: descendencia de Abraham

  • En efecto, ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham en Dios y le fue reputado como justicia. (Romanos 4, 3)

  • Entonces, ¿esta dicha recae sólo sobre los circuncisos o también sobre los incircuncisos? Decimos, en efecto, que la fe de Abraham le fue reputada como justicia. (Romanos 4, 9)

  • y en padre también de los circuncisos que no se contentan con la circuncisión, sino que siguen además las huellas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de la circuncisión. (Romanos 4, 12)

  • En efecto, no por la ley, sino por la justicia de la fe fue hecha a Abraham y su posteridad la promesa de ser heredero del mundo. (Romanos 4, 13)

  • Por eso depende de la fe, para ser favor gratuito, a fin de que la Promesa quede asegurada para toda la posteridad, no tan sólo para los de la ley, sino también para los de la fe de Abraham, padre de todos nosotros, (Romanos 4, 16)

  • Ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos. Sino que «por Isaac llevará tu nombre una descendencia»; (Romanos 9, 7)

  • es decir: no son hijos de Dios los hijos según la carne, sino que los hijos de la promesa se cuentan como descendencia. (Romanos 9, 8)

  • Y como predijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos dejara una descendencia, como Sodoma hubiéramos venido a ser, y semejantes a Gomorra. (Romanos 9, 29)

  • Y pregunto yo: ¿Es que ha rechazado Dios a su pueblo? ¡De ningún modo! ¡Que también yo soy israelita, del linaje de Abraham, de la tribu de Benjamín! (Romanos 11, 1)

  • ¿Que son hebreos? También yo lo soy. ¿Que son israelitas? ¡También yo! ¿Son descendencia de Abraham? ¡También yo! (II Corintios 11, 22)

  • Así Abraham creyó en Dios y le fue reputado como justicia. (Gálatas 3, 6)

  • Tened, pues, entendido que los que viven de la fe, ésos son los hijos de Abraham. (Gálatas 3, 7)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina