Fundar 81 Resultados para: deja

  • Si un hombre hiere a su siervo o a su sierva en el ojo y le deja tuerto, le dará libertad en compensación del ojo. (Exodo 21, 26)

  • Si un hombre deja abierto un pozo, o si cava un pozo y no lo tapa, y cae en él un buey o un asno, (Exodo 21, 33)

  • que mantiene su amor por millares, que perdona la iniquidad, la rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes; que castiga la iniquidad de los padres en los hijos y en los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación.» (Exodo 34, 7)

  • No tomarás de él interés ni usura, antes bien teme a tu Dios y deja vivir a tu hermano junto a ti. (Levítico 25, 36)

  • Yahveh es tardo a la cólera y rico en bondad, tolera iniquidad y rebeldía; aunque nada deja sin castigo, castigando la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación." (Números 14, 18)

  • Deja marchar a la madre, y puedes quedarte con las crías. Así tendrás prosperidad y larga vida. (Deuteronomio 22, 7)

  • Noemí dijo a su nuera: «Bendito sea Yahveh que no deja de mostrar su bondad hacia los vivos y los muertos.» Le dijo Noemí: «Ese hombre es nuestro pariente, es uno de los que tienen derecho de rescate sobre nosotros.» (Rut 2, 20)

  • Pero Samuel dijo a Saúl: «Basta ya y deja que te anuncie lo que Yahveh me ha revelado esta noche.» El le dijo: «Habla.» (I Samuel 15, 16)

  • arrojándose a sus pies le dijo: «Caiga sobre mí la falta, señor. Deja que tu sierva hable a tus oídos y eschucha las palabras de tu sierva. (I Samuel 25, 24)

  • Respondió el rey: «¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? Deja que maldiga, pues si Yahveh le ha dicho: "Maldice a David" ¿quién le puede decir: «Por qué haces esto?» (II Samuel 16, 10)

  • Sus servidores le dijeron: «Hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes misericordiosos. Deja que nos pongamos sayales sobre nuestros lomos y cuerdas en nuestras cabezas y salgamos hacia el rey de Israel. Acaso te deje la vida.» (I Reyes 20, 31)

  • Ezequías, rey de Judá, envió a decir a Senaquerib a Lakís: «He pecado; deja de atacarme, y haré cuanto me digas.» El rey de Asiria impuso a Ezequías, rey de Judá, trescientos talentos de plata y treinta talentos de oro. (II Reyes 18, 14)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina