Fundar 556 Resultados para: cuerpo de Cristo

  • Os saluda Epafras, vuestro compatriota, siervo de Cristo Jesús, que se esfuerza siempre a favor vuestro en sus oraciones, para que os mantengáis perfectos cumplidores de toda voluntad divina. (Colosenses 4, 12)

  • Aunque pudimos imponer nuestra autoridad por ser apóstoles de Cristo, nos mostramos amables con vosotros, como una madre cuida con cariño de sus hijos. (I Tesalonicenses 2, 7)

  • Porque vosotros, hermanos, habéis seguido el ejemplo de las Iglesias de Dios que están en Judea, en Cristo Jesús, pues también vosotros habéis sufrido de vuestros compatriotas las mismas cosas que ellos de parte de los judíos; (I Tesalonicenses 2, 14)

  • y os enviamos a Timoteo, hermano nuestro y colaborador de Dios en el Evangelio de Cristo, para afianzaros y daros ánimos en vuestra fe, (I Tesalonicenses 3, 2)

  • que cada uno de vosotros sepa poseer su cuerpo con santidad y honor, (I Tesalonicenses 4, 4)

  • El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar. (I Tesalonicenses 4, 16)

  • En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros. (I Tesalonicenses 5, 18)

  • Que El, el Dios de la paz, os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se conserve sin mancha hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo. (I Tesalonicenses 5, 23)

  • Que el Señor guíe vuestros corazones hacia el amor de Dios y la tenacidad de Cristo. (II Tesalonicenses 3, 5)

  • Pablo, apóstol de Cristo Jesús, por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús nuestra esperanza, (I Timoteo 1, 1)

  • a Timoteo, verdadero hijo mío en la fe. Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. (I Timoteo 1, 2)

  • Doy gracias a aquel que me revistió de fortaleza, a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me consideró digno de confianza al colocarme en el ministerio, (I Timoteo 1, 12)


“Uma Missa bem assistida em vida será mais útil à sua salvação do que tantas outras que mandarem celebrar por você após sua morte!” São Padre Pio de Pietrelcina