Fundar 232 Resultados para: amistad de Jonatán

  • Suprimiendo los privilegios que los reyes habían concedido a los judíos por medio de Juan, padre de Eupólemo, el que fue enviado en embajada a los romanos para un tratado de amistad y alianza, y abrogando las instituciones legales, introdujo costumbres nuevas, contrarias a la Ley. (II Macabeos 4, 11)

  • para que, obrando así, se librara de la muerte, y por su antigua amistad hacia ellos alcanzara benevolencia. (II Macabeos 6, 22)

  • Puso a sus hermanos, Simón, José y Jonatán, al frente de cada cuerpo, dejando a las órdenes de cada uno 1.500 hombres. (II Macabeos 8, 22)

  • El que cubre un delito, se gana una amistad el que propala cosas, divide a los amigos. (Proverbios 17, 9)

  • porque es para los hombres un tesoro inagotable y los que lo adquieren se granjean la amistad de Dios recomendados por los dones que les trae la instrucción. (Sabiduría 7, 14)

  • en su amistad un placer bueno, en los trabajos de sus manos inagotables riquezas, prudencia en cultivar su trato y prestigio en conversar con ella, por todos los medios buscaba la manera de hacérmela mía. (Sabiduría 8, 18)

  • El que teme al Señor endereza su amistad, pues como él es, será su compañero. (Eclesiástico 6, 17)

  • Quien tira una piedra a un pájaro, lo ahuyenta, quien afrenta al amigo, rompe la amistad. (Eclesiástico 22, 20)

  • Con tres cosas me adorno y me presento bella ante el Señor y ante los hombres: concordia entre hermanos, amistad entre prójimos, y marido y mujer bien avenidos. (Eclesiástico 25, 1)

  • porque como el que mata elimina a su víctima, así has destruido la amistad de tu compañero. (Eclesiástico 27, 18)

  • los cuales se irritaron contra Jeremías, le dieron de golpes y le encarcelaron en casa del escriba Jonatán, convertida en prisión. (Jeremías 37, 15)

  • Ahora, pues, oiga el rey mi señor, caiga bien en tu presencia mi petición de gracia y no me vuelvas a casa del escriba Jonatán, no muera yo allí.» (Jeremías 37, 20)


“A cada vitória sobre o pecado corresponde um grau de glória eterna”. São Padre Pio de Pietrelcina