Fundar 111 Resultados para: Territorio

  • Nuestras granjas y todo nuestro territorio, nuestros campos de trigo, los rebaños de ovejas y bueyes, todas las majadas de nuestros campamentos, están a tu disposición. Haz con ellos lo que quieras. (Judit 3, 3)

  • Entonces, vosotros y todos los habitantes del territorio de Israel, saldréis en su persecución y los abatiréis en la retirada. (Judit 14, 4)

  • obligando a circuncidar cuantos niños incircuncisos hallaron en el territorio de Israel (I Macabeos 2, 46)

  • Luego establecería extranjeros en todo su territorio y repartiría entre ellos sus tierras. (I Macabeos 3, 36)

  • Judas y sus hermanos comprendieron que la situación era grave: el ejército estaba acampado dentro de su territorio y conocían la consigna del rey de destruir el pueblo y acabar con él. (I Macabeos 3, 42)

  • Los gentiles de Galaad se unieron para exterminar a los israelitas que vivían en su territorio, pero ellos se refugiaron en la fortaleza de Datemá. (I Macabeos 5, 9)

  • Dobló luego Judas sobre Azoto, territorio de los filisteos, y destruyó sus altares, dio fuego a las imágenes de sus dioses y saqueó sus ciudades. Después, regresó al país de Judá. (I Macabeos 5, 68)

  • salió a recorrer todo el territorio de Judea para tomar venganza de los desertores y no dejarles andar por la región. (I Macabeos 7, 24)

  • Tomaron el camino de Galilea y pusieron cerco a Mesalot en el territorio de Arbelas; se apoderaron de ella y mataron mucha gente. (I Macabeos 9, 2)

  • Con la muerte de Judas asomaron los sin ley por todo el territorio de Israel y levantaron cabeza todos los que obraban la iniquidad. (I Macabeos 9, 23)

  • y le devolvió los prisioneros que anteriormente había capturado en el país de Judá. Partió luego para su tierra y no volvió más a territorio judío. (I Macabeos 9, 72)

  • Jerusalén sea santa y exenta, así como todo su territorio, sus diezmos y tributos. (I Macabeos 10, 31)


“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina