Fundar 356 Resultados para: Santo

  • Que hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas que éstas indispensables: (Hechos 15, 28)

  • Atravesaron Frigia y la región de Galacia, pues el Espíritu Santo les había impedido predicar la Palabra en Asia. (Hechos 16, 6)

  • les preguntó: «¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando abrazasteis la fe?» Ellos contestaron: «Pero si nosotros no hemos oído decir siquiera que exista el Espíritu Santo.» (Hechos 19, 2)

  • Y, habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar. (Hechos 19, 6)

  • solamente sé que en cada ciudad el Espíritu Santo me testifica que me aguardan prisiones y tribulaciones. (Hechos 20, 23)

  • «Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio hijo. (Hechos 20, 28)

  • se acercó a nosotros, tomó el cinturón de Pablo, se ató sus pies y sus manos y dijo: «Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al hombre de quien es este cinturón. Y le entregarán en manos de los gentiles.» (Hechos 21, 11)

  • y se pusieron a gritar: «¡Auxilio, hombres de Israel! Este es el hombre que va enseñando a todos por todas partes contra el pueblo, contra la Ley y contra este Lugar; y hasta ha llegado a introducir a unos griegos en el Templo, profanando este Lugar Santo.» (Hechos 21, 28)

  • Cuando, en desacuerdo entre sí mismos, ya se marchaban, Pablo dijo esta sola cosa: «Con razón habló el Espíritu Santo a vuestros padres por medio del profeta Isaías: (Hechos 28, 25)

  • y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado. (Romanos 5, 5)

  • Así que, la ley es santa, y santo el precepto, y justo y bueno. (Romanos 7, 12)

  • Digo la verdad en Cristo, no miento, - mi conciencia me lo atestigua en el Espíritu Santo -, (Romanos 9, 1)


“Diga ao Senhor: Faça em mim segundo a Tua vontade, mas antes de mandar-me o sofrimento, dê-me forças para que eu possa sofrer com amor.”. São Padre Pio de Pietrelcina