Fundar 65 Resultados para: Ofrecer
Los tiranos de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a su dios Dagón y hacer gran fiesta. Decían: «Nuestro dios ha puesto en nuestras manos a Sansón nuestro enemigo.» (Jueces 16, 23)
Este hombre subía de año en año desde su ciudad para adorar y ofrecer sacrificios a Yahveh Sebaot en Silo, donde estaban Jofní y Pinjás, los dos hijos de Elí, sacerdotes de Yahveh. (I Samuel 1, 3)
Subió el marido Elcaná con toda su familia, para ofrecer a Yahveh el sacrificio anual y cumplir su voto, (I Samuel 1, 21)
Le hacía su madre un vestido pequeño que le llevaba de año en año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio anual. (I Samuel 2, 19)
Preguntaron ellos: «¿Qué reparación hemos de ofrecer?» Y respondieron: «Conforme al número de los tiranos de los filisteos, cinco tumores de oro y cinco ratas de oro, porque el mismo castigo sufrís vosotros que vuestros tiranos. (I Samuel 6, 4)
Bajarás delante de mí a Guilgal, y yo me reuniré allí contigo para ofrecer holocaustos y sacrificios de comunión. Esperarás siete días a que yo vaya a tu encuentro y te diré lo que debes hacer.» (I Samuel 10, 8)
Acababa él de ofrecer el holocausto, cuando llegó Samuel, y Saúl le salió al encuentro para saludarle. (I Samuel 13, 10)
me dije: Ahora los filisteos van a bajar contra mí a Guilgal y no he apaciguado a Yahveh. Entonces me he visto forzado a ofrecer el holocausto.» (I Samuel 13, 12)
Cuando David hubo acabado de ofrecer los holocaustos y sacrificios de comunión, bendijo al pueblo en nombre de Yahveh Sebaot (II Samuel 6, 18)
Pero el rey dijo a Arauná: «No; quiero comprártelo por su precio, no quiero ofrecer a Yahveh mi Dios holocaustos de balde.» Y David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata. (II Samuel 24, 24)
Fue el rey a Gabaón para ofrecer allí sacrificios, porque aquel es el alto principal. Salomón ofreció mil holocaustos en aquel altar. (I Reyes 3, 4)
Si este pueblo continúa subiendo para ofrecer sacrificios en la Casa de Yahveh en Jerusalén, el corazón de este pueblo se volverá a su señor, a Roboam, rey de Judá, y me matarán.» (I Reyes 12, 27)