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  • Lo tocante a sus hijos, la gran cantidad de impuestos que percibió y la restauración de la Casa de Dios, se halla escrito en el midrás del libro de los reyes. En su lugar reinó su hijo Amasías. (II Crónicas 24, 27)

  • Sepa, pues, el rey, que si esta ciudad se reconstruye y se levantan sus murallas, no se pagarán más impuestos, contribución ni peaje, y al fin esta ciudad perjudicará a los reyes. (Esdras 4, 13)

  • Que hubo en Jerusalén reyes poderosos, cuyo dominio se extendía sobre toda Transeufratina: se les pagaba impuestos, contribuciones y peaje. (Esdras 4, 20)

  • Estas son mis órdenes acerca de vuestro proceder con los ancianos de los judíos para la reconstrucción de esa Casa de Dios: de los fondos reales de los impuestos de Transeufratina, se les pagarán a esos hombres los gastos exactamente y sin interrupción. (Esdras 6, 8)

  • los reyes de Tarsis y las islas traerán tributo. Los reyes de Sabá y de Seba pagarán impuestos; (Salmos 72, 10)

  • Todo aquel que por deudas con los impuestos reales, o por cualquier otra deuda, se refugie en el Templo de Jerusalén o en su recinto, quede inmune, él y cuantos bienes posea en mi reino. (I Macabeos 10, 43)

  • Devolved, pues, ahora las ciudades que habéis tomado y los impuestos de las localidades de que os habéis adueñado fuera de los límites de Judea. (I Macabeos 15, 30)

  • O bien, pagad en compensación quinientos talentos de plata y otros quinientos talentos por los estragos que habéis causado y por los impuestos de las ciudades. De lo contrario iremos y os haremos la guerra.» (I Macabeos 15, 31)

  • Así dice el Señor Yahveh: Ya es demasiado, príncipes de Israel. Desistid de la opresión y de la violencia, practicad el derecho y la justicia, liberad a mi pueblo de vuestros impuestos, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 45, 9)

  • Cuando se iba de allí, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme.» El se levantó y le siguió. (Mateo 9, 9)

  • Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme.» El se levantó y le siguió. (Marcos 2, 14)

  • Después de esto, salió y vio a un publicano llamado Leví, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo: «Sígueme.» (Lucas 5, 27)


“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina