Fundar 14 Resultados para: Banda

  • Jefté huyó lejos de sus hermanos y se quedó en el país de Tob. Se le juntó una banda de gente miserable, que hacía correrías con él. (Jueces 11, 3)

  • Consultó David a Yahveh diciendo: «¿Debo perseguir a esta banda? ¿Le daré alcance?» Le contestó: «Persíguela, porque de cierto la alcanzarás y librarás a los cautivos.» (I Samuel 30, 8)

  • Díjole David: «¿Podrías guiarme hacia esa banda?» Respondió: «Júrame por Dios que no me matarás y que no me entregarás en manos de mi dueño, y te guiaré hacia esa banda.» (I Samuel 30, 15)

  • David dijo: «No hagáis esto con lo que Yahveh nos ha concedido. Nos ha guardado y ha entregado en nuestras manos a esa banda que vino contra nosotros. (I Samuel 30, 23)

  • Estaban con Isbaal, hijo de Saúl, dos hombres, jefes de banda, uno llamado Baaná y el otro Rekab, hijos de Rimmón de Beerot, benjaminitas, porque también Beerot se considera de Benjamín. (II Samuel 4, 2)

  • se le unieron algunos hombres y se hizo jefe de banda. Fue entonces cuando David los mató. El se fue a Damasco, se estableció allí, y comenzó a reinar en Damasco. (I Reyes 11, 24)

  • El profeta se fue y se puso a esperar al rey en el camino. Se había disfrazado con una banda sobre los ojos. (I Reyes 20, 38)

  • El entonces se apresuró a quitarse la banda de los ojos y el rey de Israel le reconoció como uno de los profetas. (I Reyes 20, 41)

  • Estaban unos sepultando un hombre cuando vieron la banda y, arrojando al hombre en el sepulcro de Eliseo, se fueron. Tocó el hombre los huesos de Eliseo, cobró vida y se puso en pie. (II Reyes 13, 21)

  • Los habitantes de Jerusalén proclamaron rey en su lugar a su hijo menor Ocozías, porque una banda de árabes que había invadido el campamento había dado muerte a todos los mayores, de suerte que llegó a ser rey Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá. (II Crónicas 22, 1)

  • Desata la banda de los reyes y les pasa una soga por los lomos. (Job 12, 18)

  • Perros innumerables me rodean, una banda de malvados me acorrala como para prender mis manos y mis pies. (Salmos 22, 17)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina