Fundar 629 Resultados para: Ahora

  • Ahora, pues, si realmente he hallado gracia a tus ojos, hazme saber tu camino, para que yo te conozca y halle gracia a tus ojos, y mira que esta gente es tu pueblo.» (Exodo 33, 13)

  • En cambio ahora tenemos el alma seca. No hay de nada. Nuestros ojos no ven más que el maná.» (Números 11, 6)

  • Pero Yahveh respondió a Moisés: «¿Es acaso corta la mano de Yahveh? Ahora vas a ver si vale mi palabra o no.» (Números 11, 23)

  • Muestra, pues, ahora tu poder, mi Señor, como prometiste diciendo: (Números 14, 17)

  • Clamamos entonces a Yahveh, y escuchó nuestra voz: envió un angel, y nos sacó de Egipto. Ahora estamos en Cadés, ciudad fronteriza de tu territorio. (Números 20, 16)

  • y dijo a los ancianos de Madián: «Ahora veréis cómo esa multitud va a devastarlo todo a nuestro alrededor, como devasta el buey la hierba del campo.» Balaq, hijo de Sippor, era rey de Moab por aquel tiempo. (Números 22, 4)

  • Respondió Balaam a la burra: «Porque te has burlado de mí. Ojalá tuviera una espada en la mano; ahora mismo te mataba.» (Números 22, 29)

  • La burra me ha visto y se ha apartado de mí tres veces. Gracias a que se ha desviado, porque si no, para ahora te habría matado y a ella la habría dejado con vida.» (Números 22, 33)

  • Dijo entonces Balaam al Angel de Yahveh: «He pecado, pues no sabía que tú te habías puesto en mi camino. Pero ahora mismo, si esto te parece mal, me vuelvo.» (Números 22, 34)

  • Respondió Balaam a Balaq: «Mira que ahora ya he venido donde ti. A ver si puedo decir algo. La palabra que ponga Dios en mi boca es la que diré.» (Números 22, 38)

  • Ahora, pues, que me marcho a mi pueblo, ven, que te voy a anunciar lo que hará este pueblo al cabo del tiempo.» (Números 24, 14)

  • Lo veo, aunque no para ahora, lo diviso, pero no de cerca: de Jacob avanza una estrella, un cetro surge de Israel. Aplasta las sienes de Moab, el cráneo de todos los hijos de Set. (Números 24, 17)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina