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  • Por tu nombre, Yahveh, dame la vida, por tu justicia saca mi alma de la angustia; (Salmos 143, 11)

  • Establezcamos, pues, vínculos de amistad entre nosotros y dame a tu hija por esposa; seré tu yerno y te haré, como a ella, presentes dignos de ti.» (I Macabeos 10, 54)

  • Dame, hijo mío, tu corazón, y que tus ojos hallen deleite en mis caminos. (Proverbios 23, 26)

  • dame la Sabiduría, que se sienta junto a tu trono, y no me excluyas del número de tus hijos. (Sabiduría 9, 4)

  • «Pasa, huésped, adereza la mesa, si tienes algo a mano, dame de comer.» (Eclesiástico 29, 26)

  • Daniel respondió: «Yo adoro sólo al Señor mi Dios; él es el Dios vivo. Mas tú, oh rey, dame permiso y yo mataré a esta serpiente sin espada ni estaca.» (Daniel 14, 25)

  • ¿Dónde está, pues, tu rey, para que te salve, y en todas tus ciudades tus jueces? aquellos de quienes tú decías: «Dame rey y príncipes.» (Oseas 13, 10)

  • Ella, instigada por su madre, «dame aquí, dijo, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista». (Mateo 14, 8)

  • y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda. (Lucas 15, 12)

  • le llamó y le dijo: "¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando." (Lucas 16, 2)

  • Llega una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dice: «Dame de beber.» (Juan 4, 7)

  • Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva.» (Juan 4, 10)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina