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Mirad que yo los traigo del país del norte, y los recojo de los confines de la tierra. Entre ellos, el ciego y el cojo, la preñada y la parida a una. Gran asamblea vuelve acá. (Jeremías 31, 8)
Mirad que días vienen - oráculo de Yahveh - en que confirmaré la buena palabra que dije a la casa de Israel y a la casa de Judá. (Jeremías 33, 14)
Mirad que yo lo ordeno - oráculo de Yahveh - y les hago volver sobre esta ciudad, y la atacarán, la tomarán y le darán fuego, y las ciudades de Judá las trocaré en desolación sin habitantes. (Jeremías 34, 22)
Por tanto, así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: Mirad que yo me fijo en vosotros para mal, y para raer a todo Judá. (Jeremías 44, 11)
Empero, oíd la palabra de Yahveh, todo Judá, los que vivís en Egipto. Mirad que yo he jurado por mi gran Nombre - dice Yahveh - que no será más mi Nombre pronunciado por boca de ninguno de Judá que diga: "¡Por vida del Señor Yahveh!" en toda la tierra de Egipto. (Jeremías 44, 26)
Mirad que yo estoy alerta sobre ellos para mal, no para bien, y serán consumidos todos los de Judá que están en Egipto, por la espada y el hambre hasta su acabamiento, (Jeremías 44, 27)
Así dice Yahveh: Mirad que yo entrego al Faraón Jofrá, rey de Egipto, en manos de sus enemigos y de los que buscan su muerte, como entregué a Sedecías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo, que buscaba su muerte.» (Jeremías 44, 30)
Porque mirad que yo hago que despierte y suba contra Babilonia una confederación de grandes naciones del norte, que se organizarán contra ella. Y por allí será tomada. Sus saetas, cual de valiente experto, no volverán de vacío. (Jeremías 50, 9)
Mirad que un pueblo viene del norte, una gran nación, y muchos reyes se despiertan de los confines de la tierra. (Jeremías 50, 41)
Así dice Yahveh: Mirad que yo despierto contra Babilonia y los habitantes de Leb Camay un viento destructor. (Jeremías 51, 1)
Pues bien, mirad que vienen días en que visitaré a los ídolos de Babilonia, y todo su territorio se abochornará, y todos sus heridos caerán en medio de ella. (Jeremías 51, 47)
- Pues bien, mirad que vienen días - oráculo de Yahveh - en que visitaré a sus ídolos, y en todo su territorio se quejarán los heridos. (Jeremías 51, 52)