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El sacerdote Aarón, por orden del Señor, subió al monte Hor y allí murió, el primer día del quinto mes, cuarenta años después que los israelitas salieron de Egipto. (Números 33, 38)
Cuando murió en el monte Hor, Aarón tenía ciento veintitrés años. (Números 33, 39)
El Señor estaba tan irritado contra Aarón que quería destruirlo, y en aquella oportunidad también intercedí por él. (Deuteronomio 9, 20)
Los israelitas partieron de los pozos de Bené Iaacán y se dirigieron hacia Moserá. Allí murió y fue enterrado Aarón, y su hijo Eleazar lo sucedió en el ejercicio del sacerdocio. (Deuteronomio 10, 6)
Tú morirás en la montaña a la que vas a subir e irás a reunirte con los tuyos, como tu hermano Aarón murió en el monte Hor y fue a reunirse con los suyos. (Deuteronomio 32, 50)
Se hizo el sorteo para los clanes de los quehatitas; y a los levitas descendientes de Aarón, el sacerdote, les tocaron en suerte trece ciudades de las tribus de Judá, de Simeón y de Benjamín; (Josué 21, 4)
Y como la primera suerte les tocó a los levitas que pertenecían a los clanes de los quehatitas y eran descendientes de Aarón, (Josué 21, 10)
Y Además de Hebrón -que era una ciudad de refugio para los homicidas- los israelitas dieron a los descendientes del sacerdote Aarón las ciudades de Libná, (Josué 21, 13)
Trece ciudades y sus campos de pastoreo era el total de las ciudades pertenecientes a los sacerdotes hijos de Aarón. (Josué 21, 19)
Luego envié a Moisés y a Aarón, y castigué a Egipto con los prodigios que realicé en medio de ellos. Después los hice salir de Egipto, a ustedes (Josué 24, 5)
También murió Eleazar, hijo de Aarón, y lo enterraron en Guibeá, ciudad situada en la montaña de Efraím, que había sido entregada a su hijo Pinjás. (Josué 24, 33)
y Pinjás, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba al servicio de ella. "¿Tenemos que salir otra vez a luchar contra los hijos de nuestro hermano Benjamín, o debemos desistir?", preguntaron al Señor. Y el Señor respondió: "Suban, porque mañana los entregaré en manos de ustedes". (Jueces 20, 28)