Fundar 11 Resultados para: sirvo

  • Elías el tisbita, de Tisbé en Galaad, dijo a Ajab: "¡Por la vida del Señor, el Dios de Israel, a quien yo sirvo, no habrá estos años rocío ni lluvia, a menos que yo lo diga!". (I Reyes 17, 1)

  • Pero Elías replicó: "¡Por la vida del Señor de los ejércitos, a quien yo sirvo! Hoy mismo me presentaré a él". (I Reyes 18, 15)

  • Eliseo respondió: "¡Por la vida del Señor de los ejércitos, a quien sirvo! Si no fuera por consideración a Josafat, rey de Judá, no te tendría en cuenta y ni siquiera te miraría. (II Reyes 3, 14)

  • Pero Eliseo replicó: "Por la vida del Señor, a quien sirvo, no aceptaré nada". Naamán le insistió para que aceptara, pero él se negó. (II Reyes 5, 16)

  • porque soy piadosa y sirvo noche y día al Dios del cielo. En adelante permaneceré a tu lado, señor mío, pero cada noche saldré al valle, para orar a Dios, y cuando incurran en el pecado, él me lo hará saber. (Judit 11, 17)

  • Pero el otro replicará en aquel día: "Yo no sirvo para curar, y no hay en mi casa ni pan ni manto; ¡no harán de mí un jefe del pueblo!". (Isaías 3, 7)

  • pero él le respondió: "Hace tantos años que te sirvo, sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos. (Lucas 15, 29)

  • Pero sí te confieso que sirvo al Dios de mis padres, siguiendo el Camino que mis acusadores consideran una secta. Creo en todo lo que está contenido en la Ley y escrito en los Profetas, (Hechos 24, 14)

  • Esta noche, se me apareció un ángel del Dios al que yo pertenezco y al que sirvo, (Hechos 27, 23)

  • ¡Gracias a Dios, por Jesucristo, nuestro Señor! En una palabra, con mi razón sirvo a la Ley de Dios, pero con mi carne sirvo a la ley del pecado. (Romanos 7, 25)

  • Doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura al igual que mis antepasados, recordándote constantemente, de día y de noche, en mis oraciones. (II Timoteo 1, 3)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina