Fundar 3275 Resultados para: pueblo de Israel

  • A su vez, Isaías proclama acerca de Israel: Aunque los israelitas fueran tan numerosos como la arena del mar, sólo un resto se salvará, (Romanos 9, 27)

  • mientras que Israel, que buscaba una ley de justicia, no llegó a cumplir esa ley. (Romanos 9, 31)

  • Pero vuelvo a preguntarme: ¿Es posible que Israel no haya comprendido? Ya lo dijo Moisés: Yo los pondré celosos con algo que no es un pueblo, los irritaré con una nación insensata. (Romanos 10, 19)

  • De Israel, en cambio, afirma: Durante todo el día tendí mis manos a un pueblo infiel y rebelde. (Romanos 10, 21)

  • Entonces me pregunto: ¿Dios habrá rechazado a su Pueblo? ¡Nada de eso! Yo mismo soy israelita, descendiente de Abraham y miembro de la tribu de Benjamín. (Romanos 11, 1)

  • Dios no ha rechazado a su Pueblo, al que eligió de antemano. ¿Ustedes no saben acaso lo que dice la Escritura en la historia de Elías? Él se quejó de Israel delante de Dios, diciendo: (Romanos 11, 2)

  • ¿Qué conclusión sacaremos de esto? Que Israel no alcanzó lo que buscaba, sino que lo consiguieron los elegidos; en cuanto a los demás, se endurecieron, (Romanos 11, 7)

  • Yo me pregunto entonces: ¿El tropiezo de Israel significará su caída definitiva? De ninguna manera. Por el contrario, a raíz de su caída, la salvación llegó a los paganos, a fin de provocar los celos de Israel. (Romanos 11, 11)

  • Porque si la exclusión de Israel trajo consigo la reconciliación del mundo, su reintegración, ¿no será un retorno a la vida? (Romanos 11, 15)

  • Hermanos, no quiero que ignoren este misterio, a fin de que no presuman de ustedes mismos: el endurecimiento de una parte de Israel durará hasta que haya entrado la totalidad de los paganos. (Romanos 11, 25)

  • Y entonces todo Israel será salvado, según lo que dice la Escritura: De Sión vendrá el Libertador. Él apartará la impiedad de Jacob. (Romanos 11, 26)

  • Y en otra parte dice: ¡Pueblos extranjeros, alégrense con el Pueblo de Dios! (Romanos 15, 10)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina