Fundar 1192 Resultados para: primer milagro de Jesús

  • En el primer mes del segundo año después de la salida de Egipto, el Señor dijo a Moisés en el desierto del Sinaí: (Números 9, 1)

  • y el día catorce del primer mes, a la hora del crepúsculo, ellos la celebraron en el desierto del Sinaí. Los israelitas lo hicieron exactamente como el Señor lo había ordenado a Moisés. (Números 9, 5)

  • En el primer mes, toda la comunidad de los israelitas llegó al desierto de Cin, y el pueblo se estableció en Cades. Allí murió y fue enterrada Miriam. (Números 20, 1)

  • El primer día de cada mes ofrecerán al Señor, como holocausto, dos novillos, un carnero y siete corderos de un año y sin defecto. (Números 28, 11)

  • El día catorce del primer mes será la Pascua del Señor, (Números 28, 16)

  • El primer día habrá una asamblea litúrgica y no harán trabajos de ninguna clase. (Números 28, 18)

  • El primer día del séptimo mes tendrán una asamblea litúrgica y no harán ninguna clase de trabajo. Este será para ustedes el día de la Aclamación. (Números 29, 1)

  • El día quince del primer mes -el día siguiente a la Pascua- los israelitas partieron de Ramsés. Salieron triunfalmente, a la vista de todo Egipto, (Números 33, 3)

  • El sacerdote Aarón, por orden del Señor, subió al monte Hor y allí murió, el primer día del quinto mes, cuarenta años después que los israelitas salieron de Egipto. (Números 33, 38)

  • En el cuadragésimo año, el primer día del undécimo mes, Moisés habló a los israelitas, como el Señor se lo había ordenado. (Deuteronomio 1, 3)

  • Esos siete días la levadura no deberá verse en todo tu territorio, y tampoco quedarán para el día siguiente restos de la carne sacrificada al atardecer del primer día. (Deuteronomio 16, 4)

  • Él deberá reconocer como primogénito al hijo de la mujer que no ama, dándole dos partes de todo lo que posee, porque este hijo es el primer fruto de su vigor, y por eso le corresponde el derecho de primogenitura. (Deuteronomio 21, 17)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina