Fundar 333 Resultados para: pasión de Cristo

  • Porque para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. (Filipenses 1, 21)

  • Me siento urgido de ambas partes: deseo irme para estar con Cristo, porque es mucho mejor, (Filipenses 1, 23)

  • De este modo, mi regreso y mi presencia entre ustedes les proporcionarán un nuevo motivo de orgullo en Cristo Jesús. (Filipenses 1, 26)

  • Solamente les pido que se comporten como dignos seguidores del Evangelio de Cristo. De esa manera, sea que yo vaya a verlos o que oiga hablar de ustedes estando ausente, sabré que perseveran en un mismo espíritu, luchando de común acuerdo y con un solo corazón por la fe del Evangelio, (Filipenses 1, 27)

  • que les ha concedido a ustedes la gracia, no solamente de creer en Cristo, sino también de sufrir por él, (Filipenses 1, 29)

  • Si la exhortación en nombre de Cristo tiene algún valor, si algo vale el consuelo que brota del amor o la comunión en el Espíritu, o la ternura y la compasión, (Filipenses 2, 1)

  • Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo Jesús. (Filipenses 2, 5)

  • mostrándole la Palabra de Vida. De esa manera, el Día de Cristo yo podré gloriarme de no haber trabajado ni sufrido en vano. (Filipenses 2, 16)

  • Todos los demás buscan sus propios intereses y no los de Cristo Jesús. (Filipenses 2, 21)

  • Porque él estuvo al borde de la muerte por la obra de Cristo, exponiendo su vida para suplirlos a ustedes en el servicio que no podían prestarme directamente. (Filipenses 2, 30)

  • Porque los verdaderos circuncisos somos nosotros, los que ofrecemos un culto inspirado en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, en lugar de poner nuestra confianza en la carne, aunque yo también tengo motivos para poner mi confianza en ella. (Filipenses 3, 3)

  • Pero todo lo que hasta ahora consideraba una ganancia, lo tengo por pérdida, a causa de Cristo. (Filipenses 3, 7)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina