Fundar 224 Resultados para: ofrenda quemada

  • y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Najsón, hijo de Aminadab. (Números 7, 17)

  • El segundo día presentó su ofrenda Natanael, hijo de Suar, jefe de la tribu de Isacar. (Números 7, 18)

  • Él presentó como ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, y un tazón de plata, de setenta siclos -en siclos del Santuario- ambos recipientes llenos de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, para una oblación; (Números 7, 19)

  • y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Natanael, hijo de Suar. (Números 7, 23)

  • El tercer día presentó su ofrenda Eliab, hijo de Jelón, jefe de la tribu de Zabulón. (Números 7, 24)

  • Él presentó como ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, y un tazón de plata, de setenta siclos -en siclos del Santuario- ambos recipientes llenos de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, para una oblación; (Números 7, 25)

  • y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Eliab, hijo de Jelón. (Números 7, 29)

  • El cuarto día presentó su ofrenda Elisur, hijo de Sedeur, jefe de la tribu de Rubén. (Números 7, 30)

  • Él presentó como ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, y un tazón de plata, de setenta siclos -en siclos del Santuario- ambos recipientes llenos de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, para una oblación; (Números 7, 31)

  • y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Elisur, hijo de Sedeur. (Números 7, 35)

  • El quinto día presentó su ofrenda Selumiel, hijo de Surisadai, jefe de la tribu de Simeón. (Números 7, 36)

  • Él presentó como ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, y un tazón de plata, de setenta siclos -en siclos del Santuario- ambos recipientes llenos de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, para una oblación; (Números 7, 37)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina