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  • les responderán: ‘Este es el sacrificio de la Pascua del Señor, que pasó de largo en Egipto por las casas de los israelitas, cuando castigó a los egipcios y salvó a nuestras familias’". El pueblo se postró en señal de adoración. (Exodo 12, 27)

  • ¡Ahora nuestras gargantas están resecas! ¡Estamos privados de todo, y nuestros ojos no ven nada más que el maná!". (Números 11, 6)

  • ¿Por qué el Señor nos quiere hacer entrar en esa tierra donde caeremos bajo la espada? ¡Nuestras mujeres y nuestros hijos serán llevados como botín! ¡Más nos valdría regresar a Egipto! (Números 14, 3)

  • Entonces Israel hizo este voto al Señor: "Si pones a este pueblo en nuestras manos, consagraremos sus ciudades al exterminio total". (Números 21, 2)

  • y le dijeron: "Hemos hecho el recuento de los soldados que están a nuestras órdenes y no falta ni uno solo. (Números 31, 49)

  • Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros rebaños y todo nuestro ganado quedarán atrás, en las ciudades de Galaad, (Números 32, 26)

  • Pero el Señor lo puso en nuestras manos y lo derrotamos, a él con sus hijos y todas sus tropas. (Deuteronomio 2, 33)

  • Efectivamente, el Señor, nuestro Dios, puso también en nuestras manos a Og, rey de Basán, con todo su ejército, y lo derrotamos hasta tal punto que no le quedó ni un solo sobreviviente. (Deuteronomio 3, 3)

  • y pronunciarán estas palabras: "Nuestras manos no han derramado esa sangre y nuestros ojos no han visto nada. (Deuteronomio 21, 7)

  • Si alguno sale fuera de las puertas de tu casa, su sangre caerá sobre su cabeza y nosotros seremos inocentes. Pero la sangre de todos los que estén contigo dentro de la casa, caerá sobre nuestras cabezas, si alguien pone su mano sobre alguno de ellos. (Josué 2, 19)

  • Este es nuestro pan: todavía estaba caliente cuando nos proveímos de él en nuestras casas, el día en que salimos al encuentro de ustedes; ahora está reseco y convertido en migajas. (Josué 9, 12)

  • Estos son los odres de vino: eran nuevos cuando los llenamos, y ahora están aquí, todos rotos. Y estas son nuestra ropa y nuestras sandalias, gastadas por un viaje excesivamente largo". (Josué 9, 13)


“Enquanto estivermos vivos sempre seremos tentados. A vida é uma contínua luta. Se às vezes há uma trégua é para respirarmos um pouco.” São Padre Pio de Pietrelcina