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  • Haré cundir el pánico delante de ti, y él pondrá en fuga delante de ti al jivita, al cananeo y al hitita. (Exodo 23, 28)

  • ¡Ay de ti, Moab! ¡Estás perdido, pueblo de Quemós! Él puso en fuga a sus hijos, e hizo prisioneras a sus hijas en manos de Sijón, un rey amorreo. (Números 21, 29)

  • ¿Cómo podría uno solo desbandar a mil y dos, poner en fuga a diez mil, si su Roca no los hubiera vendido y el Señor no los hubiera entregado? (Deuteronomio 32, 30)

  • Hice cundir delante de ustedes el pánico, que puso en fuga a toda esa gente y a los dos reyes amorreos. Esto no se lo debes ni a tu espada ni a tu arco. (Josué 24, 12)

  • Cada uno permanecía quieto en su respectivo lugar, alrededor del campamento. Entonces se despertó todo el campamento, y se dieron a la fuga lanzando alaridos. (Jueces 7, 21)

  • Los hombres de Israel que estaban al otro lado del valle y los que estaban al otro lado del Jordán, al ver que los israelitas huían y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron las ciudades y se dieron a la fuga. Luego vinieron los filisteos y se establecieron allí. (I Samuel 31, 7)

  • pusiste en fuga a mis enemigos, y yo exterminé a mis adversarios. (II Samuel 22, 41)

  • Así, a la hora del crepúsculo, habían emprendido la huida, abandonando carpas, caballos y asnos, y el campamento tal como estaba; se habían dado a la fuga para salvar sus vidas. (II Reyes 7, 7)

  • Ellos siguieron las huellas hasta el Jordán, y vieron diseminados por todo el camino el material y la ropa que habían arrojado los arameos en su fuga precipitada. Después, los mensajeros volvieron para informar al rey. (II Reyes 7, 15)

  • Todos los hombres de Israel que estaban en el valle, al ver que la gente huía y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron sus ciudades y se dieron a la fuga. Luego vinieron los filisteos y se establecieron allí. (I Crónicas 10, 7)

  • Fueron ellos los que atravesaron el Jordán en el primer mes, cuando se desborda por todas sus riberas, y pusieron en fuga a todos los habitantes de los valles, al este y al oeste. (I Crónicas 12, 16)

  • También se dieron a la fuga los que estaban apostados en la montaña alrededor de Betulia; y todos los israelitas capaces de empuñar las armas se precipitaron sobre ellos. (Judit 15, 3)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina