Fundar 418 Resultados para: fin del reinado de Saúl

  • Apenas Saúl se dio vuelta para alejarse de Samuel, Dios le cambió el corazón, y aquel mismo día se cumplieron las señales. (I Samuel 10, 9)

  • Todos los que lo conocían de antes, al verlo en trance en medio de los profetas, se decían unos a otros: "¿Qué le ha sucedido al hijo de Quis? ¿También Saúl está entre los profetas?". (I Samuel 10, 11)

  • Uno de los presentes intervino, diciendo: "¿Quién es el padre de estos?". Así se hizo proverbial la frase: "¿También Saúl está entre los profetas?". (I Samuel 10, 12)

  • Cuando salió de su trance profético, Saúl regresó a su casa. (I Samuel 10, 13)

  • El tío de Saúl dijo: "Cuéntame lo que les dijo Samuel". (I Samuel 10, 15)

  • Saúl respondió a su tío: "Nos dijo solamente que las asnas habían sido halladas". Pero no le contó nada de lo que había dicho Samuel sobre el asunto del reino. (I Samuel 10, 16)

  • Luego hizo que se acercara la tribu de Benjamín por clanes, y la suerte cayó sobre el clan de Matrí. Después hizo que se acercara el clan de Matrí, hombre por hombre, y la suerte cayó sobre Saúl, hijo de Quis. Pero lo buscaron y no lo encontraron. (I Samuel 10, 21)

  • También Saúl se fue a su casa, a Guibeá, y lo acompañaron los valientes a quienes Dios había tocado el corazón. (I Samuel 10, 26)

  • Cuando los mensajeros llegaron a Guibeá de Saúl y comunicaron la noticia en presencia del pueblo, todos se pusieron a llorar a gritos. (I Samuel 11, 4)

  • En ese momento, Saúl volvía del campo detrás de sus bueyes, y preguntó: "¿Qué le pasa al pueblo para llorar así?". Entonces le contaron lo que habían dicho los hombres de Iabés. (I Samuel 11, 5)

  • El espíritu de Dios irrumpió sobre Saúl cuando este oyó esas palabras, y una violenta ira se apoderó de él. (I Samuel 11, 6)

  • Tomó una yunta de bueyes, los despedazó y envió los pedazos por todo el territorio de Israel, con este mensaje: "Así serán tratados los bueyes del que no salga a combatir detrás de Saúl". El terror del Señor invadió al pueblo, y todos se pusieron en marcha como un solo hombre. (I Samuel 11, 7)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina