Fundar 987 Resultados para: consejeros de David

  • Haré a tus jueces como eran antes y a tus consejeros, como al principio. Después de esto, te llamarán "Ciudad de la Justicia", "Ciudad Fiel". (Isaías 1, 26)

  • Cuando se informó a la casa de David: "Arám está acampado en Efraím", se estremeció su corazón y el corazón de su pueblo, como se estremecen por el viento los árboles del bosque. (Isaías 7, 2)

  • Isaías dijo: "Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios?. (Isaías 7, 13)

  • Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto. (Isaías 9, 6)

  • el trono será afianzado en la fidelidad y sobre él se sentará con lealtad, en la carpa de David, un juez celoso del derecho y dispuesto a hacer justicia. (Isaías 16, 5)

  • ¡Qué necios son los príncipes de Soán! ¡Los más sabios consejeros del Faraón forman un consejo de estúpidos! ¿Como pueden ustedes decir al Faraón: "Yo soy hijo de sabios, hijo de antiguos reyes"? (Isaías 19, 11)

  • Vieron qué numerosas eran las brechas de la Ciudad de David; juntaron agua en la cisterna inferior; (Isaías 22, 9)

  • Pondré sobre sus hombros la llave de la casa de David: lo que él abra, nadie lo cerrará; lo que él cierre, nadie lo abrirá. (Isaías 22, 22)

  • ¡Ay, Ariel, Ariel, ciudad contra la que acampó David! Añadan un año a otro año, que las fiestas completen su ciclo: (Isaías 29, 1)

  • Yo acamparé contra ti, como David, te cercaré con empalizadas y levantaré contra ti torres de asalto. (Isaías 29, 3)

  • Yo defenderé a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David, mi servidor. (Isaías 37, 35)

  • "Ve a decir a Ezequías: Así habla el Señor, el Dios de tu padre David: He oído tu súplica, he visto tus lágrimas. Yo añadiré otros quince años a tu vida; (Isaías 38, 5)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina