Fundar 1309 Resultados para: camino hacia Canaán

  • Y lo seguían, porque desde hacía tiempo los tenía seducidos con su magia. (Hechos 8, 11)

  • El Ángel del Señor dijo a Felipe: «Levántate y ve hacia el sur, por el camino que baja de Jerusalén a Gaza: es un camino desierto». (Hechos 8, 26)

  • Siguiendo su camino, llegaron a un lugar donde había agua, y el etíope dijo: «Aquí hay agua, ¿qué me impide ser bautizado?». (Hechos 8, 36)

  • Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, y el etíope no lo vio más, pero seguía gozoso su camino. (Hechos 8, 39)

  • y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de traer encadenados a Jerusalén a los seguidores del Camino del Señor que encontrara, hombres o mujeres. (Hechos 9, 2)

  • Ananías fue a la casa, le impuso las manos y le dijo: «Saulo, hermano mío, el Señor Jesús -el mismo que se te apareció en el camino- me envió a ti para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo». (Hechos 9, 17)

  • Entonces Bernabé, haciéndose cargo de él, lo llevó hasta donde se encontraban los Apóstoles, y les contó en qué forma Saulo había visto al Señor en el camino, cómo le había hablado, y con cuánta valentía había predicado en Damasco en el nombre de Jesús. (Hechos 9, 27)

  • Allí encontró a un paralítico llamado Eneas, que estaba postrado en cama desde hacía ocho años. (Hechos 9, 33)

  • Pedro hizo salir a todos afuera, se puso de rodillas y comenzó a orar. Volviéndose luego hacia el cadáver, dijo: «Tabitá, levántate». Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó. (Hechos 9, 40)

  • Era un hombre piadoso y temeroso de Dios, lo mismo que toda su familia; hacía abundantes limosnas al pueblo y oraba a Dios sin cesar. (Hechos 10, 2)

  • Entonces Pedro los hizo pasar y les ofreció hospedaje. Al día siguiente, se puso en camino con ellos, acompañado por unos hermanos de la ciudad de Jope. (Hechos 10, 23)

  • Entonces partió hacia Tarso en busca de Saulo, (Hechos 11, 25)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina