Fundar 11 Resultados para: brote

  • Y si vuelve a aparecer, es un brote contagioso: el objeto deberá ser consumido por el fuego. (Levítico 13, 57)

  • Luego Moisés y Aarón reunieron a la asamblea frente a la roca, y Moisés les dijo: "¡Escuchen, rebeldes! ¿Podemos hacer que brote agua de esta roca para ustedes?". (Números 20, 10)

  • No hablen con tanta arrogancia, que la insolencia no les brote de la boca, porque el Señor es el Dios que lo sabe todo, y es él quien valora las acciones. (I Samuel 2, 3)

  • Y esto te servirá de señal: Este año se comerá del grano caído, y el año próximo, de lo que brote espontáneamente; pero al tercer año, siembren y cosechen, planten viñas y coman de sus frutos. (II Reyes 19, 29)

  • como rosa en los días de primavera, como lirio junto a un manantial, como brote del Líbano en los días de verano, (Eclesiástico 50, 8)

  • Por eso, como la lengua de fuego devora la paja y la hierba seca se consume en la llama, así su raíz será como podredumbre y su brote se disipará como el polvo, porque rechazaron la ley del Señor de los ejércitos y despreciaron la palabra del Santo de Israel. (Isaías 5, 24)

  • Y esto te servirá de señal: Este año se comerá del grano caído, y el año próximo, de lo que brote espontáneamente; pero al tercer año, siembren y cosechen, planten viñas y coman de sus frutos. (Isaías 37, 30)

  • ¡Que se apuren a lanzar gemidos por nosotros! ¡Que nuestros ojos se deshagan en lágrimas y brote el llanto de nuestras pupilas! (Jeremías 9, 17)

  • Así habla el Señor: Yo también tomaré la copa de un gran cedro, cortaré un brote de la más alta de sus ramas, y lo plantaré en una montaña muy elevada: (Ezequiel 17, 22)

  • Y el profeta Isaías dice a su vez: Aparecerá el brote de Jesé, el que se alzará para gobernar las naciones paganas: y todos los pueblos pondrán en él su esperanza. (Romanos 15, 12)

  • Estén atentos para que nadie sea privado de la gracia de Dios, y para que no brote ninguna raíz venenosa capaz de perturbar y contaminar a la comunidad. (Hebreos 12, 15)


“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina