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Ana respondió: "No, mi señor; yo soy una mujer que sufre mucho. No he bebido vino ni nada que pueda embriagar; sólo me estaba desahogando delante del Señor. (I Samuel 1, 15)
y también le ofrecieron un trozo de torta de higos y dos racimos de pasas de uva. Con la comida él se reanimó, porque en tres días y tres noches no había comido ni bebido nada. (I Samuel 30, 12)
porque has regresado y has comido pan y bebido agua en el lugar del que te había dicho: ‘No comas pan ni bebas agua allí’, por eso, tu cadáver no entrará en la tumba de tus padres". (I Reyes 13, 22)
Cuando se hizo tarde, sus ayudantes se retiraron inmediatamente. Bagoas cerró la carpa por fuera, después de hacer salir a los que estaban con su señor, y todos se fueron a dormir, rendidos porque habían bebido demasiado. (Judit 13, 1)
Tu servidora no ha comido en la mesa de Amán, no he sentido estima por los banquetes del rey ni he bebido el vino de las libaciones. (Ester 14, 17)
Gozo del corazón y alegría del alma es el vino bebido a su tiempo y en la medida conveniente. (Eclesiástico 31, 28)
Amargura del alma es el vino bebido en exceso, con ánimo de desafiar y provocar. (Eclesiástico 31, 29)
¡Despiértate, despiértate, levántate, Jerusalén, tú que has bebido de la mano del Señor la copa de su furor! ¡Tú has bebido hasta las heces una copa, un cáliz embriagador! (Isaías 51, 17)
La palabra de Jonadab, hijo de Recab, se ha puesto en práctica: él ordenó a sus hijos que no bebieran vino, y ellos no lo han bebido hasta el día de hoy, obedeciendo la orden de sus antepasados; yo, en cambio, les he hablado a ustedes incansablemente, y no me han escuchado. (Jeremías 35, 14)
Te has exaltado contra el Señor del cielo: han traído a tu presencia los vasos de su Casa, y han bebido vino en ellos, tú y tus dignatarios, tus mujeres y tus concubinas; has glorificado a los dioses de plata y oro, de bronce, hierro, madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden, pero no has celebrado al Dios que tiene en su mano tu aliento y a quien pertenecen todos tus caminos. (Daniel 5, 23)
Daniel se puso a reír y le dijo: "No te engañes, rey, por dentro es de arcilla y por fuera de bronce, y no ha comido ni bebido jamás". (Daniel 14, 7)
Ustedes han sembrado mucho, pero han cosechado poco; han comido, pero no se han saciado; han bebido, pero no han apagado su sed; se han vestido, pero no se han abrigado; y el asalariado ha puesto su jornal en saco roto. (Ageo 1, 6)