Fundar 1063 Resultados para: bajo su mano
De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Ángel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. (Mateo 28, 2)
Él se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no tuvo más fiebre y se puso a servirlos. (Marcos 1, 31)
Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Lo quiero, queda purificado». (Marcos 1, 41)
Jesús entró nuevamente en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. (Marcos 3, 1)
Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: «Ven y colócate aquí delante». (Marcos 3, 3)
Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: «Extiende tu mano». Él la extendió y su mano quedó curada. (Marcos 3, 5)
La tomó de la mano y le dijo: «Talitá kum», que significa: «¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!». (Marcos 5, 41)
Y le aseguró bajo juramento: «Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino». (Marcos 6, 23)
Él tomó al ciego de la mano y lo condujo a las afueras del pueblo. Después de ponerle saliva en los ojos e imponerle las manos, Jesús le preguntó: «¿Ves algo?». (Marcos 8, 23)
Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y el niño se puso de pie. (Marcos 9, 27)
Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego inextinguible. (Marcos 9, 43)
«Nosotros lo hemos oído decir: "Yo destruiré este Templo hecho por la mano del hombre, y en tres días volveré a construir otro que no será hecho por la mano del hombre"». (Marcos 14, 58)