Fundar 560 Resultados para: aquel

  • que es su Cuerpo y la Plenitud de aquel que llena completamente todas las cosas. (Efesios 1, 23)

  • ¡A aquel que es capaz de hacer infinitamente más de lo que podemos pedir o pensar, por el poder que obra en nosotros, (Efesios 3, 20)

  • Estoy firmemente convencido de que aquel que comenzó en ustedes la buena obra la irá completando hasta el Día de Cristo Jesús. (Filipenses 1, 6)

  • Yo lo puedo todo en aquel que me conforta. (Filipenses 4, 13)

  • y se revistieron del hombre nuevo, aquel que avanza hacia el conocimiento perfecto, renovándose constantemente según la imagen de su Creador. (Colosenses 3, 10)

  • cuando él venga aquel Día para ser glorificado en sus santos y admirado por todos los que hayan creído. ¡Y ustedes han creído en nuestro testimonio! (II Tesalonicenses 1, 10)

  • Por eso soporto esta prueba. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he puesto mi confianza, y estoy convencido de que él es capaz de conservar hasta aquel Día el bien que me ha encomendado. (II Timoteo 1, 12)

  • Que Dios, en aquel Día, le permita alcanzar misericordia delante del Señor. Tú conoces mejor que nadie los servicios que él me prestó en Éfeso. (II Timoteo 1, 18)

  • El que está bajo las armas no se mezcla en los asuntos de la vida civil, para poder cumplir las órdenes de aquel que lo enroló. (II Timoteo 2, 4)

  • Pero a aquel que fue puesto por poco tiempo debajo de los ángeles, a Jesús, ahora lo vemos coronado de gloria y esplendor, a causa de la muerte que padeció. Así, por la gracia de Dios, él experimentó la muerte en favor de todos. (Hebreos 2, 9)

  • Convenía, en efecto, que aquel por quien y para quien existen todas las cosas, a fin de llevar a la gloria a un gran número de hijos, perfeccionara, por medio del sufrimiento, al jefe que los conduciría a la salvación. (Hebreos 2, 10)

  • Y ya que los hijos tienen una misma sangre y una misma carne, él también debía participar de esa condición, para reducir a la impotencia, mediante su muerte, a aquel que tenía el dominio de la muerte, es decir, al demonio, (Hebreos 2, 14)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina