Fundar 2037 Resultados para: ancianos de Israel

  • El Señor respondió a Moisés: "Reúneme a setenta de los ancianos de Israel -deberás estar seguro de que son realmente ancianos y escribas del pueblo- llévalos a la Carpa del Encuentro, y que permanezcan allí junto contigo. (Números 11, 16)

  • Moisés salió a comunicar al pueblo las palabras del Señor. Luego reunió a setenta hombres entre los ancianos del pueblo, y los hizo poner de pie alrededor de la Carpa. (Números 11, 24)

  • Entonces el Señor descendió en la nube y le habló a Moisés. Después tomó algo del espíritu que estaba sobre él y lo infundió a los setenta ancianos. Y apenas el espíritu se posó sobre ellos, comenzaron a hablar en éxtasis; pero después no volvieron a hacerlo. (Números 11, 25)

  • Luego Moisés volvió a entrar en el campamento con todos los ancianos de Israel. (Números 11, 30)

  • ¿No les basta que el Señor los haya separado de toda la comunidad de Israel y los haya acercado a él, para prestar servicios en la Morada del Señor y para estar como ministros al frente de la comunidad? (Números 16, 9)

  • Moisés se levantó, fue adonde estaban Datán y Abirón, seguido de los ancianos de Israel, (Números 16, 25)

  • Todo lo que ha sido consagrado al exterminio total en Israel será para ti. (Números 18, 14)

  • Yo doy como herencia a los levitas todos los diezmos de Israel, a cambio de los servicios que prestan en la Carpa del Encuentro. (Números 18, 21)

  • Cualquiera que toque un cadáver -el cuerpo de un hombre que ha muerto- y no se purifique, mancha la Morada del Señor y será excluido de Israel. Como no ha sido rociado con el agua lustral, permanece impuro: su impureza todavía está sobre él. (Números 19, 13)

  • Moisés envió desde Cades unos mensajeros al rey de Edóm, con esta propuesta: "Así habla tu hermano Israel: ‘Tú conoces todas las dificultades con que hemos tropezado. (Números 20, 14)

  • toda la comunidad supo que Aarón había muerto. Y todo Israel lloró a Aarón durante treinta días. (Números 20, 29)

  • Cuando el cananeo, rey de Arad, que habitaba en el Négueb, supo que Israel llegaba por el camino de Atarím, lo atacó y se llevó algunos prisioneros. (Números 21, 1)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina