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Entonces Nabucodonosor, rey de los asirios, envió mensajeros a todos los habitantes de Persia y a todos los que residían en Occidente: a los de Cilicia y Damasco, del Líbano y el Antilíbano, y a todos los que vivían en el litoral; (Judit 1, 7)
con tu propia mano, cuando ellos vivían. Tú expulsaste a las naciones para plantarlos a ellos; y para hacerlos crecer, destruiste a los pueblos. (Salmos 44, 3)
y decidieron acabar con los descendientes de Jacob que vivían entre ellos. Por eso comenzaron a matar y exterminar a mucha gente del pueblo. (I Macabeos 5, 2)
Los pueblos de Galaad se coaligaron contra los israelitas que vivían en su territorio, para exterminarlos. Pero ellos se refugiaron en la fortaleza de Datemá, (I Macabeos 5, 9)
todos nuestros hermanos que vivían en el país de Tobías han sido matados, sus mujeres y sus hijos fueron llevados cautivos y sus bienes han sido robados. Allí han muerto unos mil hombres". (I Macabeos 5, 13)
Algunos habitantes de Jope, por su parte, perpetraron un enorme crimen. En efecto, invitaron a los judíos que vivían con ellos a subir con sus mujeres e hijos a unas embarcaciones que habían equipado, disimulando las malas intenciones que tenían contra ellos. (II Macabeos 12, 3)
Informado, entre tanto, de que los de Iamnia maquinaban hacer algo parecido con los judíos que vivían allí, (II Macabeos 12, 8)
Luego se alejaron de allí ciento cincuenta kilómetros y llegaron a Járaca, donde vivían los judíos llamados tubienos. (II Macabeos 12, 17)
Pero los judíos que vivían allí les atestiguaron que los habitantes de la ciudad los habían tratado con benevolencia y les habían brindado una buena acogida en momentos de adversidad. (II Macabeos 12, 30)
Cuando los cadáveres yacían amontonados unos sobre otros, él se interpuso, contuvo la cólera divina y le cerró el camino hacia los que aún vivían. (Sabiduría 18, 23)
El pecador siembra la confusión entre los amigos y crea división entre los que vivían en paz. (Eclesiástico 28, 9)
La fianza perdió a muchos que vivían prósperamente, los sacudió como una ola del mar; (Eclesiástico 29, 17)