Fundar 47 Resultados para: Ternero

  • Oigo muy bien a Efraím que se estremece de pesar: "Me has corregido, y yo acepté la corrección como un ternero no domado. Conviérteme y yo me convertiré, porque tú, Señor, eres mi Dios. (Jeremías 31, 18)

  • Y a los hombres que transgredieron mi alianza, que no cumplieron las cláusulas del pacto que habían concertado en mi presencia, los trataré como al ternero que ellos cortaron en dos y entre cuyos pedazos pasaron. (Jeremías 34, 18)

  • A los jefes de Judá y a los jefes de Jerusalén, a los eunucos y a los sacerdotes, y a toda la gente del país que pasaron entre los pedazos del ternero, (Jeremías 34, 19)

  • Sus piernas eran rectas; sus pies, como pezuñas de ternero, y resplandecían con el fulgor del bronce bruñido. (Ezequiel 1, 7)

  • Tú darás un ternero como sacrificio por el pecado a los sacerdotes levitas, a los descendientes de Sadoc que se acercan a mí para servirme -oráculo del Señor-. (Ezequiel 43, 19)

  • Después tomarás el ternero del sacrificio por el pecado, y este será quemado en una dependencia de la Casa, fuera del Santuario. (Ezequiel 43, 21)

  • El segundo día, ofrecerás un chivo sin defecto como sacrificio por el pecado y se quitará el pecado del altar, como se había hecho con el ternero. (Ezequiel 43, 22)

  • Cuando hayas acabado de quitar el pecado, tomarás un ternero sin defecto y un carnero sin defecto, sacados del rebaño, (Ezequiel 43, 23)

  • Durante siete días, ofrecerás diariamente un chivo en sacrificio por el pecado; también se ofrecerá un ternero y un carnero sin defecto, sacados del rebaño. (Ezequiel 43, 25)

  • Así habla el Señor: El primer día del primer mes, tomarás un ternero sin defecto para quitar el pecado del Santuario. (Ezequiel 45, 18)

  • Aquel día, el príncipe ofrecerá un ternero por sí mismo y por todo el pueblo del país, en sacrificio por el pecado. (Ezequiel 45, 22)

  • Como oblación, ofrecerá una medida de harina por cada ternero y cada carnero, y siete litros de aceite por cada medida. (Ezequiel 45, 24)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina