Fundar 1233 Resultados para: Saúl intenta matar a David

  • Jesé, padre del rey David. David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. (Mateo 1, 6)

  • El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce generaciones; desde el destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones. (Mateo 1, 17)

  • Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. (Mateo 1, 20)

  • Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. (Mateo 2, 16)

  • Cuando Jesús se fue, lo siguieron dos ciegos, gritando: «Ten piedad de nosotros, Hijo de David». (Mateo 9, 27)

  • No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena. (Mateo 10, 28)

  • Pero él les respondió: «¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, (Mateo 12, 3)

  • La multitud, asombrada, decía: «¿No será este el Hijo de David?». (Mateo 12, 23)

  • Entonces una mujer cananea, que salió de aquella región, comenzó a gritar: «¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí! Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio». (Mateo 15, 22)

  • Había dos ciegos sentados al borde del camino y, al enterarse de que pasaba Jesús, comenzaron a gritar: «¡Señor, Hijo de David, ten piedad de nosotros!». (Mateo 20, 30)

  • La multitud los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaban más: «¡Señor, Hijo de David, ten piedad de nosotros!». (Mateo 20, 31)

  • La multitud que iba delante de Jesús y la que lo seguía gritaba: «¡Hosana alHijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanaen las alturas!». (Mateo 21, 9)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina